Poda del almendro

¿Cómo se realiza la poda del almendro? 

La poda de un almendro es uno de los trabajos más importantes en el mantenimiento y desarrollo de este árbol. Desde Viveros Verón hemos elaborado el siguiente artículo para ayudarte a comprender cuándo y cómo podar un almendro y que crezca de forma equilibrada para que este sea más productivo. 

¿Por qué podar los almendros?  

Antes de nada, es importante comprender por qué es necesario llevar a cabo esta tarea en el cultivo de la almendra.  

Esta acción es más que una necesidad, ya que es beneficioso tener la estructura equilibrada del árbol y controlar el tamaño de este. El objetivo sería buscar ramificación abundante para así conseguir mayor cantidad de fruto, retirar las ramificaciones bajeras para evitar que rocen en el suelo y las ramificaciones verticales para mejorar la exposición de la luz solar y así evitar que las yemas interiores no fructifiquen. 

A la hora de realizar la poda podemos distinguir diferentes tipos y cada una de ellas está destinada mejorar la salud y el crecimiento de la almendra. A continuación, te presentamos los tipos de poda que existen y la finalidad que persigue cada una. 

Tipos de poda del almendro  

Poda de Formación  

Se realiza durante los primeros años de vida del árbol y su principal objetivo es dar la estructura deseada al almendro. En este tipo de poda englobamos tanto la poda de plantación como las siguientes durante los 2 primeros años. 

Para realizar una correcta poda durante la vida del almendro, desde Viveros Verón recomendamos hacerlo de la siguiente manera: 

 La poda de plantación es la que se lleva a cabo en el momento que se planta el árbol dejándolo a una altura de entre 1 y 1,10 metros desde el suelo. 

En un primer momento las ramas laterales del tronco no se cortarán a ras, si no dejando una longitud de 2 yemas, esto permite que el tronco engorde más rápidamente y le de fuerza para sujetar el peso del árbol que va a tener al ir ramificando en la parte superior. 

Cuando las ramificaciones del almendro hayan brotado, a los 3-4 meses tras la plantación y hayan alcanzado una longitud de unos 50 o 60 centímetros ejecutaremos otro corte de entre 10 y 20 centímetros para dar una longitud de 40 centímetros a las ramas desde el primer corte. Esta poda debe ponerse en práctica de forma manual. 

Si el crecimiento del árbol permite un nuevo corte a otros 40 centímetros del anterior se realizará este trabajo, si no se esperaría a realizar la siguiente poda ya a la caída de la hoja. Este segundo corte ya podría hacerse de forma mecanizada con una prepodadora acoplada al tractor, con un corte horizontal. 

El año siguiente, durante el periodo de crecimiento iremos haciendo el mismo trabajo de cortes mecanizados de unos 40 cm de longitud creando una especie de escalera de ramificación. Este año ya realizaríamos un corte lateral, a cada lado del árbol, con un poco de inclinación (más ancho por abajo y más estrecho por arriba) para permitir que la luz entre mejor en el interior del árbol. 

Poda de fructificación  

Una vez que hayan transcurrido los primeros dos años de poda de formación el árbol empezaría ya a dar frutos y se realiza la poda de fructificación. El objetivo principal es desarrollar abundantes ramas en el árbol mediante cortes tanto en la parte superior del árbol (topping) como en las laterales (para permitir la circulación de los tractores en las filas). El tamaño final del árbol lo va a determinar la máquina de cosechar. 

Cuanta más carga de almendras tenga un árbol menos va a ser el crecimiento de las ramas, ya que el árbol dirige sus recursos al fruto y no al crecimiento. Por eso los años de mucha carga de fruta la poda será menor.  

Con esta poda mantendríamos un árbol equilibrado y solo sería necesario retirar los chupones y eliminar aquellas ramas interiores gruesas y de crecimiento muy vertical que dieran sombra al interior del árbol.  

El principio básico del almendro es que cuanta más superficie de rama, más producción de fruto.

Poda de restauración  

La poda de restauración del almendro se práctica cuando el árbol es viejo o está enfermo con el objetivo de que se reinicie el ciclo de producción. Se trata de una poda muy agresiva y se realiza cuando no queda otra solución dejando al árbol solo con las ramificaciones principales con una longitud máxima de medio metro. Es importante no podar aquellas ramas que tengan un diámetro inferior a 10 centímetros, ya que el árbol sufriría y el proceso de recuperación sería muy lento.  

Como has podido observar, la poda del almendro va en función de la edad del árbol y debemos aplicar un tipo de poda u otro en el momento adecuado.

Si quieres saber más sobre la poda del almendro no dudes en contactar con el equipo de Viveros Verón. Estaremos encantados de asesorarte en tu cultivo.

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